Una de las mejores formas de ayudar al medioambiente es reducir nuestro consumo de energía, ya que las formas de energía que se usan en la actualidad en su mayoría no son limpias ni sustentables. Mientras no se cambien éstos sistemas, lo único que queda por hacer es reducir nuestro consumo para dañar menos y garantizar energía por más tiempo.
Los ciudadanos tienen que hacer frente a unos costes cada vez más altos de luz y electricidad sin que esto se traduzca en tener iluminados sus salones como si fuesen un campo de fútbol. Pero al margen de las políticas y regulaciones en cuanto a consumo energético, lo cierto es que ahorrar energía no es sólo cuestión de dinero.
La luz representa el 20% del gasto en energía de la mayoría de los hogares.
Puede ponerse en práctica maneras sencillas para ahorrar energía, dinero y de paso, poner nuestro granito para luchar contra el cambio climático. Son cosas muy simples, pero si todos nos planteásemos hacerlas a la vez, nuestras acciones podrían tener un gran impacto no sólo en nuestros bolsillos sino también en el medio ambiente.
La mitad del consumo energético se debe a la calefacción. Si reforma la vivienda, instale un buen aislamiento en las paredes exteriores, sustituya sus ventanas viejas por otras de vidrio doble bajo emisivo y marcos de PVC.
Introduzca en su interior láminas finas de corcho, espuma autoadhesiva, o cualquier otro material aislante y pegándolas a las paredes. Evitará la fuga de calor y las infiltraciones de aire frío directo de la calle, y viceversa en verano.
Localice las rendijas, que normalmente se encuentran en la parte inferior de la puerta de entrada y en los contornos de las ventanas, e instale burletes, son tiras de caucho, espuma o silicona autoadhesivas.
Si tiene radiadores eléctricos o convectores de resistencia eléctrica, sustitúyalos por bombas de calor de clase A o superior. Por cada kWh eléctrico consumido proporcionan 3 o 4 kW/h térmicos.
Si tiene calefacción y/o agua caliente central, proponga a la comunidad instalar contadores individuales o estimadores de costes de consumo. Además de adelantarse a una medida que será obligatoria en 2016, el hecho de que cada uno pague por lo que consuma nos hará ser milagrosamente más eficientes.
Si no tiene instalados en la casa termostatos por zonas, ponga llaves termostáticas en los radiadores. Son económicos y permiten regular la temperatura de cada estancia de forma automática e independiente, apagando cada radiador cuando se alcance la temperatura deseada.
Así podrá programar temperaturas diferentes según horarios y días, utilizando la energía solo donde y cuando se necesita. Por ejemplo, regulando desconexiones durante la noche o si tiene pensado estar fuera el fin de semana. Además, evitará los consumos por olvidos al apagar manualmente la calefacción.
Tanto la calefacción y el aire acondicionado a una temperatura adecuada. En el hogar, entre 19 y 21 ºC en invierno y entre 24 y 26 ºC en verano. Tenga en cuenta que aumentar en un grado la temperatura del termostato en invierno, (o reducirla en un grado en verano), puede incrementar el consumo en torno a un 7%.
Aproveche al máximo la energía del sol y del ambiente exterior. En verano abra las ventanas a primera hora de la mañana y a última de la noche para que el aire exterior refresque la casa y baje las persianas, corra las cortinas o instale toldos en las ventanas situadas al sur en las horas centrales del día. En invierno, al contrario.
Adquiera electrodomésticos de clase A o superior, especialmente en el caso del frigorífico, que gasta mucho al permanecer conectado las 24 horas. Un ejemplo: un frigorífico clase A+++ consume en torno a un 70% menos que un modelo de clase media.
Las incandescentes y halógenos por LED. Ahorrará entre el 80 y el 90% del consumo eléctrico en iluminación. Además, la vida útil de los LED es muy superior (30 veces más que las primeras y 15 veces más que las segundas),
Contrate la mejor tarifa, al igual que compara las tarifas para su teléfono móvil. Puede llegar a haber diferencias notables. Existen comparadores en Internet que facilitan esta tarea.
Valore si una tarifa con discriminación horaria le compensa. La respuesta es afirmativa si más de un 28% de su consumo eléctrico tiene lugar de las 22.00 a las 12.00 h del día siguiente (23.00 a 13.00 h en horario de invierno). Tenga en cuenta que puede programar muchas electrodomésticos para que funcionen durante las horas de tarifa reducida: lavadoras, lavavajillas, etc.
Redúzcala hasta el valor mínimo necesario, que puede calcular sumando las potencias de todos los aparatos que tenga previsto utilizar simultáneamente en el momento de mayor consumo. Cuando realice ese cálculo, valore si realmente necesita usarlos todos a la vez.
Desconecte completamente los equipos que no esté usando. Si no lo hace, permanecerán en modo de espera (stand-by), pero seguirán consumiendo una energía que, según la agencia Eurostat, puede llegar al 7% del consumo eléctrico del hogar.
Instale energías renovables si puede: solar térmica (para agua caliente, calefacción y piscinas), solar fotovoltaica, (para generación de electricidad), geotérmica, (que aprovecha la temperatura del subsuelo), biomasa, eólica, etc. Requieren cierta inversión inicial. Consulte a un profesional para que le asesore. Implementar todas o algunas de estas medidas (muchas de ellas gratuitas o muy baratas), dará lugar a ahorros en la factura energética de su hogar que podrán suponer fácilmente un recorte superior al 30%.
Tomar medidas es responsabilidad de todos.
Todos tenemos responsabilidades y obligaciones
Hay más vida aparte de la nuestra, dependemos de las vidas de otros seres.
Por todos los que habitamos este singular planeta llamado TIERRA
PESETA - Quantifying the impacts of climate change in Europe
Cómo se produce y sus efectos a nivel global.
Proyecto a nivel mundial para la limpieza de mares y océanos.
Tómate un tiempo para ello.
Para que observes lo que realmente representamos en el Universo.
“Todos vivimos aquí”
Todos debemos preservarlo, cuidarlo, mimarlo.